El Bayern Munich ganaba cómodo. 5-0 era el resultado parcial ante el Hamburgo, y buscaba el sexto. Franck Ribéry encaró por izquierda, entró al área y empezó a tirar firuletes...
Tremendo jugadón tiene que terminar en gol, sino sería una injusticia. Y así lo entendió el defensor del Hamburgo Heiko Westermann quien después de ver como el francés humillaba a sus compañeros decidió condecorar la jugada con un broche de oro y, con el taco, mandó a guardar la pelota en su propio arco.
Antes, habían marcado Arjen Robben x3, Ribéry y Thomas Müller. De esta forma, el equipo de Louis Van Gaal se mantiene en el cuarto puesto de la Bundesliga con 45 puntos, mientras que el Hamburgo quedó octavo con 37 unidades
El gol en contra de Wstermann:
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